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Recorre los mercadillos navideños que transforman el invierno europeo en un escenario de cuento de hadas. Cada puesto es un tesoro de artesanías, delicias culinarias y adornos festivos, perfectos para capturar el espíritu de la temporada.

. Una experiencia inolvidable, donde el aroma de especias y dulces se mezcla con la alegría de quienes se reúnen para celebrar. Los mercadillos navideños son un punto de encuentro para compartir y vivir las tradiciones que hacen de esta época del año un momento tan especial.

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INFORMACIÓN DE INTERÉS

DOCUMENTACIÓN

Para ciudadanos españoles DNI en vigor.

CAMBIO

La moneda oficial es el zloty.

VESTUARIO

Se recomienda llevar ropa de abrigo, sobre todo guantes, gorros, calcetines de invierno e incluso orejeras.

ELECTRICIDAD

La corriente eléctrica es de 220 voltios.

REFERENCIA HORARIA

Se aplica la hora Central de Europa (CET), misma que en España.

TELÉFONO

Código de acceso desde España: +4822 Código de acceso desde Budapest: +34

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LA MAGIA DE LA NAVIDAD

La tradición del mercadillo callejero en Polonia se vive con intensidad durante todo el año, aunque la legión nacional de artesanos y artistas callejeros se entrena y prepara toda la temporada para dar lo mejor en el mes de diciembre. Es un momento dulce del calendario porque la gastronomía nacional se vuelve especialmente interesante cuando llega el invierno. Las plazas, con sus puestos de comida callejera, desprenden un apetecible olor a carne, salchicha y queso montañés asado, así como a las agradables especias con que se beben vino y cerveza caliente. Pero el ingrediente fundamental que hace que rebose la magia en sus mercadillos de Navidad es el corazón caliente de su gente, a la que parece que el frío los vuelve más risueños.

En diciembre la Ruta Real de Varsovia se llena de decoraciones y luces inspirados en la época de los años veinte. El punto central, como todos los años es la Plaza del Castillo (Plac Zamkowy) con su magnífico árbol de Navidad. A lo largo de la calle Krakowskie Przedmiescie nos esperan diferentes atracciones: figuras de los vendedores de globos, organilleros o un tranvía tirado por caballos. Y para los más pequeños, dos carruseles de estilo vintage.

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