Viajes a Lanzarote

Lanzarote, declarada Reserva de la Biosfera por la UNESCO, es actualmente, un referente mundial de la arquitectura natural, parques naturales y espacios protegidos.

La isla, situada a 140 km de la costa africana, es la tercera más poblada del archipiélago. Su geografía viene marcada por la gran cantidad de volcanes que, debido a la fuerte actividad volcánica de principios del siglo XVIII, se extiende por ella. Como prueba de ello, nos encontramos con el Parque Nacional de Timanfaya, coronado por el monumento natural de las Montañas del Fuego, donde se puede observar cierta actividad volcánica. Lindando con el parque natural se halla el paraje de La Geria: tierras que habían quedado calcinadas por la lava y las cenizas volcánicas. Estas cenizas, llamadas en Canarias picón, posiblita el cultivo de la vid obteniendo los vinos de Lanzarote, a partir de la uva malvasía.

Los primeros habitantes de la isla procedían del norte de África y se asentaron en la isla en torno al año 500 a.c. y se denominaban mahos o majos. El hábitat predominante en vez de cuevas como el resto de las islas, fueron los poblados en superficie. Se trata de las llamadas "casa hondas", denominadas así porque el piso se halla excavado en la tierra, de modo que la mitad o más de la habitación quedaría bajo el nivel del suelo. Junto a estas, algunos tubos volcánicos eran utilizados como estancias.

En 1312 se produjo la visita del primer europeo: Lancelotto Malocello, y probablemente, la isla, debe su nombre a este expedicionario genovés. Durante los siguientes cincuenta años se organizan varias expediciones hasta que en 1402, Jean de Bethencourt inicia la conquista castellana, incorporando el señorío de Lanzarote a la Corona española.

La gastronomía de Lanzarote está marcada por su sencillez, en la elaboración de sus platos predominan las materias primas que debido a su calidad hacen que resulten en un sabor excelente. Uno de los platos más populares de la isla son las papas arrugadas que acompañadas de su mojo picón crean una combinación perfecta.

Gracias a la riqueza de las aguas de Lanzarote podemos disfrutar del Sancocho, la ropa vieja de pescado, el caldo de pescado, el salpicón de pulpo, los tollos o las jareas. No podemos irnos sin probar otro de los clásicos de la comida canaria como es el gofio, además de los quesos y los vinos, que cuentan con una Denominación de Origen propia, entre los que destaca el vino de malvasía.

Los postres tradicionales son las torrijas, el bienmesabe, las "truchas" de Navidad (especie de empanadillas dulces) o el frangollo.

Lanzarote es un paraíso natural que cuenta con paisajes volcánicos insólitos y una impresionante vegetación tropical que se puede disfrutar en el Parque Nacional de Timanfaya, los Jameos del Agua, donde podemos observar una especie de cangrejo única y endémica de apenas un centímetro de longitud, albino y ciego; la Cueva de las Verdes, el túnel de lava más largo del mundo; el mirador del Río desde donde se tiene una vista inigualable de la Isla de la Graciosa o en el Jardín del Cactus.

Desde el punto de vista cultural se podrán realizar interesantes visitas como La Fundación del artista lanzaroteño César Manrique, gran defensor de los valores medioambientales de las islas, el Castillo San José o el Monumento al Campesino. Lanzarote cuenta además con un gran número y variedad de playas como Playa de Papagayo en Playa Blanca de arena dorada y fina, Playa Famara en Teguise, de arena oscura o las aguas tranquilas de las piscinas naturales de Los Charcones.